viernes, 26 de junio de 2009

Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de la Tortura

Un día, en un lugar de un gran país, invité a una amiga a ver la película Odgrobadogroba, Gravehopping en inglés y Defosaenfosa en español, del director eslavo Jan Cvitkovic. La reseña que leí antes de verla decía que era una comedia al estilo de Emir Kusturica, así que mi amiga y yo íbamos dispuestas a reirnos. Y, a decir verdad, nos reimos en la primera mitad, y la música es parecida a la de las películas de Kusturica. Tal vez fue por eso que fue grande el shock cuando, en la última parte de película, a la hermana del protagonista la violentan de una forma extremadamente brutal (bueno, yo en ese momento cerré los ojos, pero mi amiga no). El final también es extremo. Total que salimos del cine traumatizadas. Yo le dije a mi amiga que había cerrado los ojos, porque no puedo soportar escenas de tortura. Y ella me dijo, “yo no tengo ningún problema con eso, es decir golpes y cosas así, pero esto era distinto”. Yo le dije, pues te equivocas, esto que viste es tortura.

Y es que el cine es uno de los responsables de que se haya “bagatelizado” la tortura. Si el malo es torturado es moralmente correcto y hasta risible. Y si es el bueno la víctima, como en el caso de James Bond, después de un ratito se levanta y es capaz de saltar, luchar y hacer el amor con la chica como si nada hubiera pasado, o si es el chico de Slumdog Millionaire, es capaz inmediatamente de tener la mente tan clara para recordar cada pregunta.

Después de la película, una señora le preguntó a Jan Cvitkovic por qué había incluido una escena tan violenta. Y él contestó, porque sí. Y entonces la señora se enojó y le dijo, pero usted no puede hacerle eso a los espectadores, presentarles una escena así sin algún sentido. Y él le respondió: “señora, tal vez la violencia que usted conoce tiene sentido, la que yo he presenciado en las guerras, no lo tiene”. Y en eso le doy la razón. Por eso me parece interesante la idea de dejarnos primero encariñarnos con los personajes, para luego presentarnos ese cambio brusco. Algo que hubiera podido hacer Begnini en "La vida es Bella".



Una película que me pareció que trata las repercusiones de la tortura en el individuo y su entorno de manera bastante coherente es una película de la danesa Susane Bier llamada Hermanos (Brødre). Un soldado danés que está casado y tiene una hija es enviado en “misión de paz” a Afganistán. Estando allá es secuestrado por grupos rebeldes y torturado emcionalmente. Cuando vuelve a Dinamarca, él no puede hablar con nadie del asunto, y aunque lo quiera negar, ya no es el mismo. Vemos entonces cómo algo que no tenía por qué ser, destruye tanto la vida de la persona como de los que la rodean.



Para finalizar incluyo aquí una de las recomendaciones de Amnisty International para este día:
Enciende una vela
Enciende una vela el 26 de junio en conmemoración de las víctimas y sobrevivientes de la tortura y habla por lo menos con tres personas acerca de esta fecha especial y de lo que podemos hacer para detener la tortura.

¿Qué podemos hacer? Cerrar los ojos en el cine pero no a realidad, no "bagatelizar" (más aún porque la palabra no está reconocida por la rae), y, lo más importante, prohibido olvidar:



Por cierto ambas películas las vi con la misma amiga y desde entonces cada vez que la invito al cine a ver una película que no sea mainstream, se me queda viendo con cara de “¿será que le confío?”. ;-)

5 comentarios:

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  2. Hola Ixmucané!
    Hace ratitos que me han dado ganas de hacer un tema sobre la violencia. Yo empezé a darme cuenta de algo cuando ví The Silence of the Lambs, la manera de exaltar al Hannibal, y de como lo utilizaban como "software" para las pistas del asesino.
    Luego de ví la trilogía no contenta con eso me zampé los tres libros de Tomas Harris... después supe que Hannibal fue una mezcla de Ted Bondy y Chikatilo, es de decir de uno tenía lo intelectual y de otro el "modus operandi".

    Ahora bien, hay un libro buenísimo que se llama Signatures Killers and calling cards of, en la portada tiene la cara de Bondy, aunque es dificilísimo de leer, a pesar de traer testimonios de media página habla esclusivamente de como fueron encontrados los cadáveres lo que los asesinos en serie hacían a las victimas y las torturas (pensándolo bien mejor no lo leás).

    Pero bueno, todo esto es por lo que vos decís sobre el tema de la tortura y hasta donde nosotros como "jueces" mientras vemos una película o leemos apoyamos inconscientemente la violencia. Hace años yo discutía aqui en la casa que la Maldad no era intrínseca y tuve que tragarme mis palabras cuando escuché el argumento, dije: ¡nopuesí!

    Y eso es lo que vemos cada día, comemos violencia, nos alimentamos de ella.

    Y me recordó tambien a Eduardo Galeano en su libros Nosotros decimos No, como le dedica por lo menos tres cuartillas a la tortura y el testimonio de ese hombre, es realmente impactante como la pudo aguantar. No así El Patojo de "Los Compañeros" es una bandera que al menos nosotros como guatemaltecos no debemos de olvidar..

    Excelente tema Ixmucané.
    No me des alas porque tendrás muchos megacomentarios aquí!

    Abrazos!

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  3. Filistea, tus comentarios siempre son bienvenidos, no importa si largos o cortitos. Siempre me alegro cuando veo que escribes.
    Tienes razón en que el "mal" es muy seductor, por eso nos interesan las historias de asesinos y sádicos. La cuestión es separar ficción de realidad.
    Hace rato que quiero leer un libro de Susan Sontag que se llama "regarding the pain of others", y se trata más que todo de la fotografía, pero se puede aplicar muy bien a los medios en general, en la actualidad los videos, léase Guatemala e Irán.
    Un gran abrazo.

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  4. Concuerdo con la Filis, es un excelente post. Me llam[o la atención lo que pusiste de la lica danesa Brodre y eso es algo que se tomo en cuenta sobre las guerras hasta después de la primera guerra mundial, lo que vendrían a ser como las víctimas secundarias de la misma.

    Aquí en Guatemala es realmente terrible escuchar no solo los testimonios de los que han sido torturados sino que aún peor es escuchar a los torturadores. A las víctimas ves como les violentaron el espiritú, anímicamente quedan como muertos en vida. Pero lo que es realmente espeluznante es oir a los victimarios como si lo que hicieron fuera normal. Es verdaderamente horrible, pero como bien decis es algo que no hay que olvidar y recordar para que no se repita, al menos no de forma sistemática como ocurrió aquí en Guate. Aunque también concuerdo en como el mal puede resultar "seductor" y como también este nos hace caer en una espiral de violencia a través de la venganza, esto lo podes ver en películas como "La muerte y la doncella (Death and the Maiden)" de Román Polanski y en Irreversible de Gaspar Noé que arrojó la frase tan brutal "la venganza es un derecho humano", eso si, esta última película si es terrible de ver y es famosa por la escena de violación más brutal que se haya hecho, aguas con la misma (algún día pondré algo creo).

    Recuerdo un amigo gringo ex cadete de la Fuerza Áerra me contó como en 1996 ó 1997 tuvieron que cambiar todo el entrenamiento de los pilotos porque ese año en una simulación de "prisioneros de guerra" unos instructores fueron un tanto explícitos con una cadete quien tuvo un ataque de pánico que la dejo seriamente afectada emocional y psicológicamente. La tortura es sin duda la muestra de lo perversos que podemos ser los humanos.

    Nuevamente buen post, abrazo!

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  5. Estoy de acuerdo contigo, Kontra, la tortura es lo peor que le puede hacer un ser humano a otro.
    Leí "La muerte y la doncella" de Ariel Dorfman antes de ver la película y ambos, tanto el libro como la película, me parecen muy buenos. El tema es dificil. Por eso admiro tanto a las personas que dedican su vida a luchar por que se haga justicia y no se deciden por una venganza violenta. No todos somos capaces de una grandeza tal.
    Y me da mucha rabia la gente que confunde deseo de venganza con la lucha por la justicia y llama "resentidos" o "victimizantes" a los que defienden la recuperación de la memoria histórica.
    Un abrazo memoriable.

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