Perversión - Los 9 años de Sodoma

Si hablamos de perversión, ¿qué puede considerarse más perversión que la cosificación de un ser humano? Cuando leí la noticia sobre el abuso a una mujer (Candelaria Acabal) durante nueve años departe de una pareja en Guatemala (Rodríguez Natareno), pensé que las dos películas con las que puedo relacionar esta noticia analizar el tema son, por una parte "Saló, los 120 días de Sodoma" de Pasolini (de donde viene el nombre de este post), y "Tiempo de matar" de Joel Schumacher.

Saló está basada tanto en la obra, del mismo nombre, del Marqués de Sade, como en el libro La Divina Comedia de Dante Alighieri, y trata precisamente del secuestro, abuso, maltrato, y asesinato de un grupo de jóvenes, la cosificación llevada al extremo, a cargo de cuatro fascistas italianos: un duque, un obispo, un personaje al que denominan “excelencia” y un presidente.

Tiempo de matar (Time to Kill) se trata del juicio de un hombre afroamericano en EEUU por haber matado a los culpables de la violación agravada de su hija adolescente. El abogado, blanco, se toma la tarea de tratar de hacer entender al jurado, blanco, los motivos de ese padre de familia.



¿Cuál es la relación de estas películas con la noticia? Vamos por pasos.

Dado lo delicado del tema, quiero primero aclarar que creo que cualquier persona es inocente hasta que demuestre lo contrario. Por lo tanto aquí no estoy condenando a persona alguna, sino hablando de las circunstancias de este caso.

Así que, tomando en cuenta que la noticia pudiera ser correcta, la relación con "Saló" serviría para confirmar la perversidad del hecho. Si bien los paralelos con el contenido son superficiales, sí hay paralelos en la estructura. Por una parte tendríamos la familia de una persona de poder, que toma el papel de los "dirigentes", somete a golpes, torturas y maltrato sexual a una (o varias) joven(es) empleada(s) (aún no sabemos si fueron varias o solo una). Esta pareja, según la noticia, contaría con colaboradores (como en la novela y la película), es decir, las otras empleadas y los hombres con quienes la pobre víctima fue obligada a tener relaciones. Una muchacha a quien se le cancela el estatus de ser humano, reduciéndola a cosa.

Es cierto que este tipo de casos ocurren en todos lados (sin que esto sea ninguna escusa para ignorarlo), pero este caso tiene un punto de perversidad especial: el marco de racismo, el cual sirve de bandera bajo la cual se produce la cosificación: "La señora me cortó el pelo, me quitó el traje típico y me ordenó vestir con pantalón y blusa. Me decía que los indios somos muy sucios." Aparte, el abogado de la familia expresó frente a los medios: "Estas acusaciones de secuestro y abusos tendrán que probarlas jurídicamente. [El señor ...] no ha sido citado, oído o vencido en un juicio. Además, no es indígena como para que sea castigado con azotes". Es decir, llegamos a tal grado de racismo, en el cual el ser humano ya no se ve como tal, sino como un objeto usable y abusable. El mismo abogado dijo que la víctima no estaba encerrada, sino que iba a la iglesia (una cosa no excluye la otra). Si es así, surge la pregunta: ¿nadie se dio cuenta de los golpes que la mujer presentaba regularmente, o es que se toma por sentado que los "dueños" de las "esclavas domésticas" tienen el derecho a maltratarlas?

Lo que queda por ver es la reacción de los medios y la población en general ante este caso. Y es allí donde vine a colación la película "Tiempo de matar" por una sola frase: teniendo noticia del hecho, "ahora imagínense que es blanca", es decir, no piense que es una niña/mujer indígena (tenía 15 años cuando empezó a "trabajar" en la casa de sus "amos"), sino una rubia como la niña que fue secuestrada en EEUU, o una turista blanca. ¿Saldría la noticia en la portada de todos los diarios de Guatemala y el mundo, en lugar de solo como una nota en uno? ¿Hubieran tal vez rescatado a la otra supuesta víctima, en lugar de hacerle caso al abogado de la familia? ¿Qué pensaría Ud?

La semana pasada se reunieron en Alemania representantes de organizaciones LGBT con representantes de las diversas iglesias para exigir que tomen una posición clara en contra de la homofobia. También las iglesias en Guatemala (y en el mundo, pero como dice El Kontra, pensar global, actuar local) deberían tomar una posición clara contra el racismo y de rechazo hacia situaciones similares. Principalmente porque el presunto secuestrador tiene la intención de participar en las próximas elecciones para un partido que representa a las "iglesias evangelicales". El racismo va en contra de las doctrinas de la mayoría de las grandes religiones, tanto como el maltrato y la cosificación del ser humano. Ya es hora de incorporar la tolerancia y el respeto a la vida cotidiana de "fieles" e "infieles".

Los derechos de los pueblos indígenas son también derechos humanos.

PS. Este es un otro artículo con la intención de explicar la vida a través del cine. El próximo post sí será sobre una película. Posiblemente "The Yes Men". ¿O quieren mejor que les cuente de San Sebastián?

Aclaración: la película Saló es muy fuerte, no aconsejo verla, yo misma no le he visto (solo he leído sobre ella), pero sí les aconsejo que lean sobre ella.