miércoles, 28 de septiembre de 2011

Violencia y Facebook ?



Es interesante cómo es que pululan las propuestas de "soluciones" sencillas en los medios cuando se trata de casos de alto impacto mediático. En un artículo sobre la violencia y los linchamientos, un comentarista escribe "lo que se necesita es que los patojos comprendan que el sexo no tiene nada que ver con procreación, urge reducir de forma programada y planificada nuestras poblaciones". Un fundamentalista evangelico afirma que "las diferentes denominaciones evangélicas de Guatemala pensamos que el problema de Guatemala se debe a que desde los mayas los guía el demonio. Por eso es que ahora se deben planificar acciones basadas directamente en la Biblia, porque es la palabra verdadera."

Tal parece que a las personas les gusta la simplificación. Razas, signos zodiacales, géneros, religiones, cualquier cosa que sirva para afirmar la predestinación de los sucesos, de tal forma que el individuo no tenga que sentirse responsable de cambiar su entorno.

En el caso de las chicas que fueron contactadas por fb por sus asesinos, las "soluciones" sencillas no se han hecho esperar. Se plantea:
- volver a la educación autoritaria, los padres tienen que controlar todo lo que sus hijas hagan. (véase "La Cinta Blanca" de Hanecke)
- enseñarle valores a las jovenes (¿qué valores? ¿Virginidad, sumisión, obediencia?)
- restringir el uso de las redes sociales a las jóvenes
- condenar a los padres que “dejan a sus hijas” moverse con libertad
- educación en general  (porque a las que les pasa esto es por ingenuas y tontas)
Etc.

El lector ávido se habrá dado cuenta que las “soluciones” solo incluyen a chicas. La chica víctima es una provocadora (lo cual se quita con educación autoritaria) o una tonta provinciana (lo cual no se le quita, pero lo intentaremos con educación). Si un chico es víctima se habla o de una ataque de gente malévola (con lo cual no es necesario más que persinarse) o que era un delincuente (bien merecido se lo tenía).

Así vemos que cada uno se hace su país de las maravillas, en el que, como dice “Cultura Profética”: culplables son todos excepto tú y yo.

No niego que sea de mucha importancia informar sobre los peligros que acechan en internet y cómo manejar las redes sociales con más responsabilidad y cuidado. Tampoco niego los beneficios de la supervisión de los padres sobre los “haceres” de sus hijos. Pero de eso a culpar a las víctimas y a sus padres de provocación o negligencia ...

Hace tiempo vi un documental de un tipo que se considera sicópata y que escribió un libro sobre ello. Él decía que la mejor víctima para un sicópata es una persona empática. ¿Si fuera así el caso, diríamos que la culpa es de ella por ser empática, por ser buena gente, por confiar?

En un artículo de hoy, Lucía Escobar pregunta por qué nos enfocamos en condenar a la víctima y dejamos a un lado a los victimarios. Puede leer el artículo aquí: http://www.elperiodico.com.gt/es/20110928/lacolumna/201598/

Me imagino que este problema ya está siendo tratado por sociólogos y sicólogos. Sin embargo me atrevo a plantear mi propia conclusión simplista:

1)    la mejor forma de distanciarse de situaciones peligrosas es ponerse en una posición superior y pretender que el problema está en la víctima, ya que de ser así, yo y los míos no corremos peligro. Si pensáramos que la violencia es aleatoria o no predestinada, no podríamos soportar la amenaza del caos.

2)    si intuyéramos que el o los victimarios no son personas diabólicas, sino parte de una red o grupos organizados, que son al mismo tiempo producto de nuestros “valores” sociales (entre ellos los que menciona Lucía, machismo y religión, pero también racismo, sistemas jerárquicos, etc) y del sistema en general, tendríamos que cuestionar tanto nuestros valores como el sistema. Lo primero requiere mucha valentía, lo segundo puede resultar en extremo peligroso.

Se preguntarán qué tiene que ver todo esto con el cine. Bueno, es que quiero recomendarles dos películas. Una, una mexicana llamada “El Infierno” de Luis Estrada. Es una película muy violenta sobre cómo un hombre común se transforma en sicario. Los monstruos no son de generación espontánea, dice esta película,  más bien, muchas veces, el mal está en la sociedad que hace esos monstruos. Por supuesto, sin dejar a un lado la responsabilidad individual del asesino.




“Quiero armar ese gran mosaico para que todos estemos representados, como el rol de la Iglesia, de los partidos políticos, de la iniciativa privada, de cómo se asimila el crimen organizado y la violencia.”

(advertencia, tanto este trailer, como el siguiente tienen escenas muy fuertes)



Hay algo que no me gustó la película y es la misoginia. A pesar de la crítica hacia las instituciones, iglesia, estado, familia, etc, se sigue apoyando el sistema patriarcal y la mujer como objeto. Eso es una lástima, porque eso también es violencia.

Lo que me gustó mucho es que los jefes eran ciudadanos ejemplares, tenían todos esos valores que muchos ahora plantean como solución: “buenos cristianos”, defensores de la familia, defensores de la sociedad hetero, con mucho amor por la patria.

La siguiente película que quiero recomendarles es “Human Trafficking”. Una miniserie hecha para la televisión canadiense, dura 3 horas y trata de la el tráfico de personas a nivel mundial. Les aseguro que después de esta película ya no mirarán con los mismos ojos una peli porno. Es una película también muy muy fuerte y, a pesar de ser ficción, me parece muy efectiva para contar cómo es que se maneja toda esa red de trata de personas a nivel mundial. Cómo es que hay distintas maneras de “pescar” chicas (y chicos) para el negocio a través de las redes sociales, portales de búsqueda de parejas, ofrecimientos de trabajo como el modelaje, etc.


Tráfico Humano (Human Trafficking Christian Duguay )

En esta película vemos nuevamente lo que menciona Lucía en su artículo y es que la complicidad de la sociedad es lo que hace que estas redes tengan tanto poder. Si no hubieran clientes no habría negocio. Si no hubiera apoyo logístico, si no hubieran cuidadores, testigos sordos y ciegos, no habría negocio.  Las redes sociales son solo una herramienta de tantas.

Y esto es a lo que llegamos. Todo esto es negocio. Se trata del valor del dinero sobre la vida y la integridad de las personas. En la película (otra!) “In Bruges” el sicario dice antes de matar a un cura: “lo hago por dinero, padre, no por rabia ni por resentimiento, por dinero”. En el caso del secuestro y el sicariato, (y también en la política, y en los negocios)  el dinero tiene más peso que la vida. ¿Cómo se evitan los cargos de consciencia? Es fácil, solo dividimos a la gente en “humanos” y “sub humanos” y podemos matar y destruir sin problemas. Miren los casos del Polochic, de la minería, el asesinato de hoy en un salón de la zona viva... por las chicas del fb pidieron recompensa. La marginación, el prejuicio y la transformación del ser humano en objeto, son los mejores alimentos para la violencia. Y el miedo también es un negocio.

El secuestro y tortura son medidas de control coercitivo que suelen aplicarse a quienes se consideran inferiores”, dice Lucía en su columna.

Urge entonces valorar la vida por sobre todo. Urge inculcar respeto por el ser humano y por su medio ambiente. Luchar contra el machismo, el racismo, el clasismo. Urge no cerrar los ojos. Urge dejar de ser cómplices.





2 comentarios:

  1. rauldelahorra@gmail.comoctubre 08, 2011

    Excelente artículo. Te felicito. Me encantó. Muy bien escrito y dice cosas muy claras y sensatas. Pienso que quizás tendría más audiencia si lo publicas como "Nota" en el FB, porque los Blogs los lee relativamente poca gente. Un saludo.
    Raúl de la Horra

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  2. Mil gracias Raúl. Qué honor que lo hayas leído y que te gustara.

    Aún no he hecho notas en FB, pero lo intentaré. Gracias por la sugerencia.

    Saludos.

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